¿En qué ausencia te quedaste?
¿En qué recuerdo?
Tal vez en los papalotes de mi pueblo,
o en la guayabera blanca de mi padre,
en los ojos que aún me buscan de mi madre,
con Don Nacho, el Sr. De las paletas a la salida
del colegio.
En los zapatos negros de charlón recién boleados,
en los jeans luidos con garabatos pintados,
en el club con tres ladrillos de los niños de mi cuadra,
en la soga colgada del árbol del jardín.
En mi matatena roja,
con mis zapatillas de “sueños bailarina”.
En mi diario y aquélla pluma verde,
en el avioncito pintado en mi cochera.
Junto a don Neto el tendero de la esquina que era mi amigo,
con Marilú mi muñeca negra,
En qué ausencia te quedaste niña?
En qué recuerdo?
Precioso, Ale, y muy tierno.
ResponderEliminarYo, sin embargo, veo a través de tu poema que es niña aún te acompaña, sigue contigo. Yo creo que la visión que tenemos de cualquier persona siempre es falsa -o muy parcial-, sólo la vemos tal como es en ese justo momento y día del año. Pero una persona es siempre mucho más completa, es también todo lo que fue y todo lo que ha de llegar a ser en el futuro.
Mi amiga, ya he enlazado tu nuevo hogar. Te deseo un largo y bonito camino y que sigas escribiéndo tan lindo como hasta ahora.
Muchos besos.
Se quedó entre tus dedos, en los que hoy escriben.
ResponderEliminarQué bella evocación de la infancia, cuando todo era juego e inocencia. Te incluyo en mi blogroll. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarEs cierto s{olo algo recordamos de la infancia,¿porqué tal recierdo se nos queda como duelo o como algo bello es un misterio
ResponderEliminarEn que ausencia nos quedamos en que querencia sabemos solo que jamas volveremos aser los felicies que fuimos , si es que lo fuimos en nuestros juegos y amores que fueron como fuegos ... como juegos
Un beso.Gabriel